Un gran cambio se avecina en Estados Unidos. Los muscle car entran en una nueva etapa, la más moderna hasta la fecha. Sin embargo, Dodge usará un método de venta tradicional para atraer compradores.
Los tiempos cambian y hay que adaptarse a ellos. Los coches eléctricos son la realidad, presente y futuro, de la industria del automóvil. Las cosas no sólo van a cambiar, están cambiando. Los eléctricos toman el control del mercado, aunque todavía hay segmentos que se resisten a la novedad. Los americanos ya han claudicado con sus queridas camionetas, ya hay varias eléctricas, pero son más reticentes en lo que a los muscle car se refieren. Los deportivos americanos no tienen sentido en el mundo actual. Sus grandes motores consumen y emiten grandes cantidades de partículas nocivas que las autoridades están deseando eliminar. Una nueva era acaba de empezar con el lanzamiento del Dodge Charger eléctrico.
Está considerado, y siempre lo va a estar, como el primer muscle car eléctrico. Hasta ahora había habido varios coqueteos. Diversos prototipos que trataban de medir la respuesta del mercado. Dodge, con el respaldo de Stellantis, ha sido la primera en lanzarse a la arena, aunque no se ha arriesgado del todo. Sí, el Charger es eléctrico, pero el próximo año también llegarán versiones de gasolina. Lo que pasa es que estas ya no disfrutan del tradicional V8 de gran cilindrada, sino que en su mejor versión ‘sólo’ equipará un motor de seis cilindros en línea. El Charger será más M que nunca.
El Charger entra en una nueva fase de su ciclo de vida. La primera eléctrica.
Dodge necesita que sus clientes tengan un estrecho contacto con el coche
Sin embargo, los americanos han empezado la casa por el tejado. Las primeras unidades que saldrán a la venta serán las eléctricas en un intento por atraer a nuevos clientes. Dada la mentalidad americana para con sus amados muscle car se antoja una labor, cuanto menos, complicada. Para seducir a muchos clientes, Dodge ha buscado una estrategia de ventas al más puro estilo de la vieja escuela. Dodge quiere que sus clientes «pongan el asiento en el coche» para comprobar que pueden decir adiós a los V8 sin ningún temor. Insisto en que estas ideas son más fáciles de decir que de ejecutar.
Muchos americanos ya rechazan al Dodge Charger Daytona EV por el simple motivo de ser eléctrico, y eso que no va corto de potencia. La versión más potente, bautizada como Scat Pack, ofrece 590 caballos de potencia al módico precio de 74.185 dólares. La unidad de acceso a la familia, el Charger R/T cuenta con 456 caballos y un precio de venta mínimo de 61.590 dólares. Los tiempos de aceleración le llevan del 0 a 100 km/h en apenas 3,5 segundos, 4,9 segundos para el R/T. La velocidad punta es, en su mejor versión, de 220 kilómetros por hora. La verdad, es que todo sea dicho de paso, tampoco son cifras realmente escandalosas.
Los americanos destinarán muchos recursos para darle visibilidad a su primer muscle car eléctrico.
Pero la estrategia de Dodge es hacer que sus clientes vean, sientan y prueben el coche. La compañía ya ha anunciado que estará en varios eventos importantes. Subastas de gran alcance como Mecum o Barret-Jackson. Todos los concesionarios del país contarán con al menos una unidad de pruebas y muestra que los clientes podrán pedir para conducirla. También se plantean pequeñas cesiones de apenas unas horas para darle más libertad a los clientes. Además de todo eso, Dodge intentará aprovechar su gran comunidad de seguidores para organizar eventos de conducción que incluirán las más típicas carreras de aceleración al estilo americano.
Dodge está segura de su trabajo y de su éxito y para ello no reparará en gastos ni ideas donde mostrar su primer muscle car americano. El máximo responsable de la compañía, Matt McAlear, ha declarado: «este vehículo es, ante todo, un muscle car. Si nos fijamos en las especificaciones, el diseño, la capacidad y le quitamos el tren motriz, es un muscle car mejor en el papel que los coches a los que sustituye». «Por tanto, aunque hay un aspecto polarizador y controvertido en esto (refiriéndose concretamente al hecho de que sea eléctrico), nadie puede negar que la tecnología eléctrica de batería permite un rendimiento espectacular, y eso es lo que estamos llevando al mercado con este vehículo»”.