Corren malos tiempos para los coches eléctricos en todas las categorías del mercado, y las últimas declaraciones del director general de Jaguar no sólo le dejan en una posición muy complicada, sino que dificultan el reflote de una marca prácticamente asolada, que lo ha apostado todo a los coches eléctricos.
Siempre que no haya contratiempos, que los puede haber, Jaguar volverá a las carreteras en verano de 2025. La marca del felino es ahora lo más parecido a una empresa arrasada en la que apenas queda un modelo de combustión a la venta, y esperando que empiecen a llegar esos nuevos coches eléctricos que se han concebido especialmente para los más ricos del mundo.
Porque ya lo avisaron, más pronto que tarde, tener un Jaguar no estará al alcance de todo el mundo como hasta ahora. Un cambio en el modelo de negocio que le puede salir muy caro y llevarla directamente a la desaparición, especialmente tras las últimas palabras de un director general que parece vivir ajeno a la realidad de los coches eléctricos, con un Taycan más próximo a la desaparición.
El Jaguar F-PACE es el único modelo que queda en el catálogo de la marca y pronto desaparecerá.
El exceso de «optimismo» del gran jefe de Jaguar es brutal
En unas interesantes declaraciones, Rawdon Glover ha señalado que «a los clientes que se gastan más de 100.000 dólares en coches les importa más el diseño exterior e interior que otra cosa», añadiendo que «lo que se encuentra debajo del capó ocupa el puesto 13 en la lista de prioridades». Unas palabras que distan mucho de la realidad actual, y que los más adinerados clientes ya se lo hicieron saber a Mate Rimac.
El sonido de un motor de combustión es cautivador para los que desembolsan elevadas cifras (y para los que no); y, se ponga como se ponga, Glover, en Jaguar también. El director general parecía no haber tenido suficiente con las controvertidas declaraciones realizadas que remató diciendo que «el propulsor eléctrico no disuadirá a los clientes de comprar un Jaguar nuevo, lo comprarán porque les parecerá bonito».
El hecho de haber saltado de la categoría Premium a la de prestigio no exime a la británica de determinadas reglas, sino todo lo contrario, se endurecen más y su supervivencia está seriamente comprometida, con una casi imposible vuelta atrás si las cosas se ponen muy feas para los coches eléctricos y los de lujo en especial.
El primer Jaguar eléctrico es una berlina GT de altos vuelos.
Los concesionarios de Jaguar ya tienen problemas
Recientemente, la marca británica ha presentado el Type 00, un adelanto conceptual y sumamente futurista en formato GT que caracterizará a los nuevos modelos del fabricante que están por llegar. Está claro que sobre gustos, no hay nada escrito, y Rawdon Glover ya ha confesado que el primer modelo de producción «tiene todo lo necesario para destacar en el segmento de los coches de lujo».
El diseño final es tan secreto que ni los concesionarios lo han visto, y tendrán que esperar hasta 2025 para conocerlo de primera mano. Quizás, a la misma vez que el resto de los mortales, lo cual ya genera dudas entre los que tendrán que venderlo, más de las que ya tienen al saber que todos los nuevos Jaguar son eléctricos de baterías y que no convencen a los clientes esta opción…
El giro inesperado pero lógico de Lancia que salva al futuro Gamma 2026 de un seguro fracaso eléctrico
Leer noticia
En la realidad actual, el futuro de Jaguar pinta complicado
Glover sabe qué hacer «después de haber hablado» con más de un millar de clientes de todo el mundo que le han transmitido la necesidad de cambiar la marca por completo. Incluso, estos le han dicho cuánto están dispuestos a pagar por un Jaguar, y a partir de 120.000 libras -al cambio, unos 144.000 euros- es lo correcto. Unos clientes tan especiales que necesitan ser agasajados, por lo que los concesionarios se transforman en boutiques de lujo.
Jaguar tiene tanto tiempo por delante como paciencia, cosa que los accionistas de TATA habría que ver. Estos son los que mandan y los que quieren resultados cuanto antes, y lo cierto es que el mercado mundial no está para darles las alegrías que con tantas ansias esperan…