El asturiano roza los puntos en una magnífica carrera en el Gran Premio de Las Vegas, que le deja con ganas de volver a pilotar un coche que, de nuevo, ha sido competitivo sin explicación alguna
La mentalidad de Fernando Alonso ha dado un vuelco total tras la carrera del Gran Premio de Las Vegas.
Si ayer tras la clasificación mostraba una actitud un tanto derrotista, pero entendible, la mirada y la sonrisa de hoy decían todo lo contrario.
«Si hubiese una carrera dentro de media hora, me subía al coche otra vez y lo intentaba»
Y todo llega tras una carrera en la que ha rozado la machada de sumar puntos con un coche que ni por asomo daba para pensar en entrar dentro del top-10.
Más aún tras tener que arriesgar con una estrategia a pie cambiado con respecto al resto de rivales, ya que Alonso fue el único en comenzar con el neumático blando. Esto le permitió ganar bastantes posiciones en la salida, pero también le obligó a parar en boxes el primero.
Evitar una carrera a tres paradas fue la máxima de Fernando desde entonces, por lo que su principal trabajo fue cuidar los neumáticos duros mientras batallaba dentro de una agitada zona media gracias a la degradación y el graining que ofrecía este trazado.
Alonso se prepara en Las Vegas
Agridulce carrera
El asturiano estuvo cerca de sumar puntos en décima plaza, pero no pudo evitar la llegada de Checo Pérez, con una mejor estrategia, que le ha robado esa oportunidad. Una situación que ha dejado a Fernando Alonso algo insatisfecho, pero muy feliz.
«Seguramente la carrera fue la mejor sesión del fin de semana. El coche se sentía más competitivo. Perder los puntos a cuatro vueltas del final te deja un amargo sabor de boca, pero con ganas de subirte al coche ya. Intentaré buscar un poco de revancha en Qatar», ha apuntado Alonso al término de la carrera a los micrófonos de DAZN.
Tal y como sucedió en otros Grandes Premios como en México, el AMR24 ha sido, de repente, un coche competitivo, algo de lo que Alonso no encuentra explicación: «El coche está en parque cerrado así que no hemos tocado nada».
«La estrategia fue muy agresiva saliendo con los blandos, pero también nos ofreció mucha pista libre sin coches delante. Creo que igual merecíamos ese punto. Acabamos undécimos con un coche que no es muy competitivo. Si hubiese una carrera dentro de media hora, me subía al coche otra vez y lo intentaba», ha añadido.
Este cambio de opinión atiende a lo que es Fernando Alonso: un carrerista puro. Algo que ha explicado posteriormente, y pese a estar en un lugar que no le corresponde, el hambre por lo que viene es lo que le motiva.
«Somos gente competitiva y nos gusta pelear aunque sea por un punto. No nos va a cambiar nada, ni en constructores, ni en pilotos. Pero aunque sea por el décimo, pues luchas como si fuese por un podio y tienes ganas de llegar a Qatar. Tienes que aceptar cuáles son los objetivos de cada día, todos queremos ser campeones del mundo, pero solamente uno lo es», ha indicado.
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Verstappen es el objetivo
Uno de sus grandes amigos en el Gran Circo, Max Verstappen, ha logrado su cuarto título, y ha alabado su temporada: «Tiene que estar muy orgulloso de este año, porque no ha tenido el mejor coche en gran parte del campeonato y aun así no tuvo puntos débiles».
«El mejor ejemplo es Brasil, que solo con su talento ganó la carrera, porque no creo que el coche estuviese para estar en esa posición, así que ha sido el mejor, ha sido el mejor piloto de este año, hay que felicitarle y hay que seguir buscándole puntos débiles, que ahora mismo parece que no tiene».
El máximo rival de Max Verstappen este año, Lando Norris, ha sido criticado por no estar a la altura de una pelea por el Mundial. Alonso le ha dedicado un pequeño mensaje, y deja claras sus intenciones para el futuro.
«Todos los que han peleado con Max hasta ahora por campeonatos, no han conseguido intimidarle mucho, ojalá me toque a mí y ojalá pueda yo cambiar la historia».